Al terminar la visita al Parque de Carranque nos fuimos todos a Xanadú, por fin lo que todos estábamos esperando.
Cuando llegamos tuvimos tiempo para comer y dar una vueltecita por las tiendas hasta las 3 que entremos a los vestuarios para ponernos la ropa de esquí y recoger el material necesario, y después.... ¡A esquiar!, o por lo menos a intentarlo, porque más de uno pasó más tiempo en el suelo que sobre los esquíes.
Y a las 6 y media vuelta a casa, que ya era hora y al día siguiente, al cole.
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